Carta del director
23/03/2021 2021-09-16 13:58Carta del director
Carta del director
Palabras de bienvenida del
director
Carlos Granado, DCJM
Director Stella Maris College & Prep School
Queridos amigos:
Educar es «enseñar a vivir», introducir a la persona en una “alianza educativa” en la que el horizonte de su vida se ensancha. Los Discípulos de los Corazones de Jesús y María llevamos años embarcados en esta tarea, dando la vida por acompañar este “segundo nacimiento” que es la educación. Educar no es solo informar o instruir, no es solo enseñar destrezas o habilidades. Educar es generar y es descubrir al alumno la posibilidad de una vida grande y bella. A ello van dirigidas todas las prácticas educativas del Colegio, y de un modo muy particular, los “grandes relatos”: con ellos el alumno aprende a descubrir horizontes nuevos, que le enseñan a interpretar la trama de su propia vida. El Stella Maris College, que habéis visto en estos meses crecer y afianzarse, busca crear espacios donde se puedan educar los buenos deseos, que afiancen las grandes virtudes y hagan germinar en él al genio, al héroe y al santo.
Educar es enseñar a vivir, es generar y descubrir al alumno una vida grande y bella. Por ello, el alumno debe aprender a descubrir nuevos horizontes que le ayudarán a interpretar su vida.
La educación se ha comparado también al arte del escultor. El escultor sabe bien que la estatua está ya dentro del mármol. Que a él solo le toca ir colaborando, acompañando con su martillo, el proceso que “hará salir” la obra de arte a la luz. Así también, el educador. Él sabe que la obra de arte está en el interior del alumno, cuyo contorno se presagia ya en los deseos que esconde el alumno. Al maestro le toca ir eliminando lo que sobra de mármol, ir acompañando la obra del Maestro interior (el Espíritu Santo), para que se descubra la belleza que allí se ocultaba.
Con esta misión nació y va creciendo poco a poco el Stella Maris College.
Dice un proverbio que “para educar a un niño hace falta todo un pueblo”. Se trata de que cada uno trabajemos como protagonistas en una verdadera “alianza educativa”. Así se generarán espacios y tiempos nuevos donde vivir relaciones educativas fuertes: con la familia, con los maestros, con los religiosos, con el personal no docente, con la sociedad, con Dios, verdadero origen y fin de esta alianza singular.
A la “Stella Maris” encomendamos cada uno de los afanes y de las grandes esperanzas que nacen en nuestro corazón ante esta gran obra. No puede haber obra mayor. Y ella, educadora y Maestra del Maestro, lo sabe mejor que nadie. Stella Maris, ora pro nobis!
Un abrazo,
Carlos Granados, DCJM