Los santos: Testigos de esperanza

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Fiestas y días señalados

Los santos: Testigos de esperanza

Los santos: Testigos de esperanza

Este viernes hemos celebrado en el colegio la fiesta de Todos los Santos, que la Iglesia celebra el 1 de noviembre, día no lectivo. Ha sido un día de fiesta, pues el día lo merece. Recordamos en una sola fiesta a todos los que nos han precedido y han aprendido el arte de vivir para Dios. Comenzando con un desfile donde se veía el estandarte que cada clase ha realizado del patrón del aula, nos hemos ido acercando hacia el escenario que estaba lleno de imágenes de santos.

Después, hemos pasado al segundo momento, cuando cuatro santos han bajado de los cielos para proponernos la santidad a nosotros. Es posible. Tantos lo han hecho antes que nosotros. Así estos santos: San Agustín de Hipona, San Ignacio de Loyola, Santo Tomás Moro y Santo Domingo Savio, nos han recordado que Dios es lo que merece la pena siempre. San Agustín nos ha insistido en el estudio, pues él fue un gran estudioso; San Ignacio subraya el cuidado de las buenas amistades, ya que él fue amigo de otros grandes santos, como San Francisco Javier; Santo Tomás Moro, que era padre de familia, nos ha recordado que el camino de la santidad pasa siempre por la familia; y por último, Santo Domingo Savio nos ha instado a cuidar más la relación con Dios. Así, estos santos se convierten en modelos para nosotros.

Pero no solo eso, también son intercesores para nosotros, nos ayudan a marchar hacia la santidad, hacia Dios. Por eso, hemos cerrado el acto con el tercer momento, donde todos hemos cogido un globo, que representaba nuestras peticiones, y las hemos lanzado al cielo, sabiendo que las llevaban nuestros santos.

Frente a una cultura que celebra la muerte, nosotros hemos vuelto a las palabras de Cristo, “No es Dios de muertos, sino de vivos”. Sí, nosotros hemos celebrado a los que han fallecido, pero les recordamos porque están vivos, porque han vencido. Lucharon contra lo que les intentaba meter en la oscuridad del pecado y de la muerte. Combatieron día a día con acciones cotidianas y vencieron. Así nos han devuelto la esperanza: Nosotros también podemos ser santos.

Tenemos un Dios vivo que transmite la vida a quien le sigue.
Feliz fiestas a todos,